martes, 5 de octubre de 2010

LA TECNOLOGÍA Y EL AHORRO ENERGÉTICO, ALIADOS CLAVE PARA LUCHAR CONTRA EL CO2



EL DIÓXIDO DE CARBONO (CO2) junto con el óxido nitroso y el metano son gases que contribuyen al llamado efecto invernadero. En cierta cantidad, estos gases son necesarios, ya que si no el planeta sería demasiado frío; además, el CO2 interviene en la fotosíntesis de las plantas.

Sin embargo, el problema radica en que su concentración, que ha aumentado un 30% desde el siglo pasado, principalmente por la quema de los combustibles fósiles y la desaparición de grandes extensiones de bosques.


En los países industrializados el CO2 representa más del 80% de las emisiones contaminantes. Hoy en día, se emiten más de 25.000 millones de toneladas cada año, algo sobre lo que administraciones públicas y empresas buscan actuar, ya que el CO2 permanece en el ambiente entre 50 y 200 años.

Las emisiones de gas en España -según datos del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero de 2008-, se han incrementado en un 40% desde 1990, alcanzando las 405.740 kilotoneladas de CO2 equivalentes. 


Para ser aún más gráficos y asumiendo las medidas de 110x75 m del célebre campo de fútbol de Maracaná (Brasil), eso significaría una macropiscina de dos metros de profundidad y con una superficie equivalente a más de 12.200 campos de fútbol.


Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, en España el sector del procesado de energía -incluido el transporte- es el responsable del 78,1% de estas emisiones, la agricultura, del 10,5%; los procesos industriales, el 7,9%; el tratamiento de residuos del 3,2% y el uso de disolventes y otros productos del 0,4%.



Europa

En Europa las emisiones surgen del transporte, la transformación de la energía, la agricultura, los procesos industriales y, por último, de los residuos. La eficiencia energética es crucial. En 2006 la Comisión Europea indicaba que el coste directo del consumo energético europeo podría reducirse en más de 100.000 millones de euros anuales hasta 2020 y se podría evitar la emisión de cerca de 780 millones de toneladas de CO2 al año, mediante un Plan de Acción específico.

Muchas empresas e instituciones han comprendido que, al recortar sus emisiones contaminantes, combaten el cambio climático, ahorran dinero, mejoran su competitividad y refuerzan su reputación corporativa.

Las actuaciones que se están desarrollando hoy en día van dirigidas directamente a los sectores principalmente responsables de las emisiones. En nuestro país, el objetivo es de disminuir las emisiones en 238.130 Kg. de CO2 en el periodo 2008 - 2012, según establece la Estrategia Española de Ahorro y Eficiencia Energética (E4) y las medidas adicionales del Plan de Acción (PA4+). Así, en 2012 se espera obtener una reducción del 14% del total de emisiones en conjunto, aunque el esfuerzo será mayor en los servicios públicos (22%), con medidas relacionadas con el ahorro eléctrico, y en el transporte (17,2%), gracias a la reducción de la dependencia del petróleo.

En el ámbito de la producción eléctrica, Endesa es una de las compañías que más actividad está desplegando en el control y disminución del CO2. Recientemente, Endesa ha anunciado su participación en el proyecto CENIT Openaer, que pretende desarrollar nuevos conceptos de turbinas de gas (aéreas e industriales aeroderivadas) que permitan reducir la emisión específica de CO2.






En este proceso de oxicombustión, el aire de entrada a la turbina de gas en el caso de una planta convencional se sustituye por una mezcla de oxígeno y CO2 recirculado, que permite obtener altas concentraciones de CO2 a salida del proceso. El oxígeno se obtiene de una planta de separación de gases mediante un proceso criogénico. Parte del CO2 la salida de la caldera de recuperación de calor se recircula y se mezcla con el oxígeno para introducirlo nuevamente en la turbina de gas. El resto se lleva a un proceso de purificación donde se seca y se comprime antes de llevarse a las condiciones adecuadas para su almacenamiento.


En el proyecto, liderado por industria de aeropropulsores (ITP), participan además de Endesa, 11 empresas y 15 organismos de investigación españoles. Endesa junto con la escuela de Ingenieros Aeronáuticos y la de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid ha realizado un primer estudio teórico para el desarrollo de un proceso de captura de CO2 con oxicombustión en una disposición de ciclo combinado.


Además de en este proyecto, Endesa está participando en el desarrollo de 7 proyectos de I+D relacionados con las tecnologías CAC. Asimismo, está presente en la Plataforma Europea ZEP (Zero Emissions Platform), Eurelectric, Plataforma Española del CO2 (PTECO2), en la Asociación Española del CO2 (AECO2) y en particular ha liderado el proyecto CENIT-CO2, subvencionado por el CDTI y en el que han participado un gran número de empresas españolas.


Transporte

En cuanto al otro foco vinculado al ámbito energético, el transporte, el Consejo Europeo ha subrayado la importancia de una política de transporte sostenible como elemento de la lucha contra el cambio climático.


Por lo que respecta al consumo energético, el automóvil es el medio de transporte menos eficiente, su consumo casi duplica al del metro y el tren de cercanías, y casi cuatro veces más que el autobús, debido a las bajas tasas de ocupación del automóvil: entre 1 y 1,3 personas por vehículo. Junto al coche, el avión y el tren de alta velocidad, son los medios que más energía consumen por persona transportada.


Un nuevo estudio realizado recientemente en Alemania sobre actitudes en transporte y movilidad ha identificado cinco grupos de personas, según el modo en que se desplazan:

1. Personas que rechazan el transporte público y que no están dispuestas a cambiar sus hábitos.

2. Usuarios individuales de coche, que rechazan el transporte público, pero son más abiertos a un posible cambio, aunque consideran la privacidad más importante.
3. Ciclistas resistentes al clima, que son capaces de pedalear, incluso en las condiciones atmosféricas desfavorables.

4. Usuarios de transporte público, sensibilizados con la eco-movilidad.
5. Caminantes, que no consideran la movilidad importante y no están abiertos al cambio.





 

 
Cada grupo comprende en torno a un 20% de los 1.991 entrevistados. Como cabe esperar, los reacios al transporte público (grupos 1 y 2) son los que producen mayor número de emisiones de CO2 (más de 2.000 kg equivalente por persona y año), mientras que los restantes grupos suman 1.000 kg de CO2. Obviamente, el último grupo es el que menos emisiones registra, con 500 kg de CO2.

Estos "tipos de movilidad" influyen en la elección del modo de transporte y en las emisiones asociadas y pueden suponer un punto de arranque para que las medidas sobre transporte sostenible tengan éxito.



BIBLIOGRAFÍA:

PERIÓDICO EL DÍA


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